Isla de Koh Chang

Después de acabar un poco cansados de tanto ajetreo y movimiento, decidimos empezar a movernos por Tailandia. No sabíamos muy bien que itinerario coger. Como nuestra intención es volver a Tailandia decidimos dividir el país en dos, Norte y Sur. Ahora tocaba el Norte, dejando el sur y sus playas para otra ocasión.

Tampoco queríamos estar sin mojarnos el culo, por lo cual probamos suerte en la segunda isla más grande de Tailandia, Koh Chang, meditando antes posibles destinos como Koh Samet, playa de los “bangkonianos” o Pattaya, lugar por excelencia del turismo sexual, al final nos decantamos por la Isla Elefante que es lo que Chang significa.

Cogimos un autobús cuatro horas hasta el puerto más cercano a la isla, para coger un ferry otra media hora.

Cartel de bienvenida a la isla.

Una vez en la isla, sin tener ni idea de donde vamos a pasar la noche, puesto que íbamos a buscarnos el alojamiento allí, aparecen tres pick ups con la parte de atrás preparada para sentarse y empiezan a subir a todo el mundo,  vemos que están más que acostumbrados a tratar turistas(casi nos sentimos como ganado), y sobretodo!  que nos quedamos sin sitio! Claudicamos y subimos, todo el mundo les empieza a decir sus destinos menos nosotros que le decimos el centro. Nos pide 60 baths y arreando.

Paramos en White Beach, playa llena de resorts que no era lo que vamos buscando. Le decimos que vamos más adelante y nos pide más pasta, asi que decidimos bajarnos.

Con la mochila acuestas tiramos carretera arriba buscando otro alojamiento más acorde a nosotros, todo es muy feo y caro respecto a su ubicación y condiciones…

En Kho Chang, solo hay carretera que bordea toda la isla de norte a sur sin comunicar por completo la isla por el sur. Así que lo pensamos mejor, tomamos la en ocasiones tan necesaria lonely planet y miramos un alojamiento fijo. Una vez decidido, nos acercamos a un taxi como el anterior y nos pusimos a regatear, nos dijo que estaba muy lejos, nos enseño un cartel donde tienen las tarifas, bien por una parte, mal porque  no pudimos bajarle nada. Le indicamos el hotel, Bang Bao Cliff Cottage, y allí que nos llevó.

La recepción y el restaurante, molaba todo, con hamacas y sillones amplios mirando a una calita, con una piscina al lado. Idílico. Nos encantó. Le dijimos que nos enseñará las habitaciones y nos enseña unas cabañas hechas de  tablones con bichos por todos los lados, a las que hay que acceder por una escaleras de piedra hasta llegar a un pequeño montecito de preciosas vistas; la cabaña no convence, pero como las zonas comunes y el entorno nos engancharon decidimos quedarnos; atendido por 5 tailandesas muy graciosas, pasamos allí tres días muy agradables y relajados.

Restaurante/salón del resort.

Vista frontal de las cabañas.

Una pasada las vistas desde la cabañas.

El Resort está en la zona de Bang Bao, al sur de la isla. Al lado de un pueblito de pescadores que se ha rendido al negocio del turismo dejando las cañas y redes a un lado.

En el embarcadero de pueblo pesquero.

Al segundo dia, cogimos una moto para recorrernos la isla. Fue una experiencia por lo menos curiosa. Nada más cogerla y salir del recinto me cruzo con otra scooter que viene hacia mí. Yo sigo con mi dirección y el otro no cambia la suya. Le esquivo para no chocarnos y el pollo empieza a jurar en arameo!!!! Me cago en tu….!!!!! Y Alicia me dice: cazurro que se conduce por la izquierda!!!!! Ostras es verdad!!!! Jajajajaja!!! Yo ni me fije!!!! Así que le dije que me lo fuera recordando cada poco, jejejejje!!!!!

Cuestas arriba y abajo,  y continuas curvas con jungla a un lado a otro nos llevan de playa en playa, a un mirador desde donde se ven varias de las demás islas cercanas, y por fin a aterrizar en White Beach, disfrutando de un agradable  paseo, tentempié, y como no sol y bañito en templadas aguas.. de vuelta se nos hizo de noche, cosa que queríamos evitar, pero que también nos dejó  percibir el encanto del Ko Chang de luces de colores, chill outs  y comida a pie de calle mientras los bichos ya se metían en los ojos y la vista no alcanzaba casi a ver la curva siguiente, la aventura estaba servida…

Bercianos por el mundo.

Dejamos el tercer día para  darnos un capricho,  uno se va a bucear y la otra a hacer una ruta por la jungla y baño con elefantes, cada uno a cumplir el primero de los objetivos que nos traen a estos lares, y resultaron satisfactoriamente ambos!

En el buceo, hicimos dos inmersiones. Un  barco hundido a 30 metros en su parte más profunda y una inmersion con bastante vida y un par de cuevecitas pequeñas. Eso si!!!! el agua a 30 grados!!!! eso es una pasada!!!!! Además de las dos inmersiones, comida a bordo, lo que nos brinda la posibilidad de conocer gente. Conozco una pareja, ella española, él holandés. Han estado tres años como instructores de buceo por Tailandia, Filipinas, Maldivas. No hacen otra cosa que ponerme los dientes más largos aún.

No hay fotos ni de las inmersiones ni del barco porque, todo hay que decirlo, la noche anterior conocí a un portugués muy majete y estuvimos echandonos unas risas y claro!! a la mañana siguiente llegué solo media hora tarde al buceo, me estabas esperando de casualidad asi que me olvidé la camara. 

La actividad de los elefantes estaba organizada para ir los dos, justo despues del buceo, pero tambien llego tarde asi que se fue Alicia sola... un cuadro vamos!!!! jejejej!!!!

  

En los elefantes, igualmente, bonito paseo culminado con un baño en el río, donde nos invitaron a meternos con ellos y chapotear juntos un rato;  ya de vuelta, el Mahout amenizaba el camino con curiosos cantos nativos y Mashá, que asi se llamaba el pequeño paquidermo contestaba con un ligero trompeteo… al llegar de la ruta nos invitaron a un sencillo café con ambiente elefantil, y vuelta a casa con transporte de su parte.

Paseo en elefante.

Un buen baño para refrescarse.

Un día más nos acogerá Ko Chang, donde nos acerca una pequeña visión del final del monzón, con una tormenta que nos deja hasta sin luz y goteras en la cama de madrugada, pero nada que no se solucione a la mañana siguiente con una relajante jornada de mar, bañito en la piscina y tranquilo día de planificación de la ruta a seguir en próximamente…

Vista de la isla de Koh Chang desde el ferry de vuelta...

 Datos para el viajer@:

Para ir a Kho Chang  salen multitud de viajes organizados, y en esta ocasión así lo elegimos, 350 bath/pax, bus desde el hotel + taxi hasta el ferry + ferry. Desde allí  puedes moverte a otras islas para pasar uno o más días.

Los alojamientos oscilan desde los 400 bath hasta miles que te quieras gastar en un resort…había alguno por 250-300 que en nuestra fecha estaban ocupados o en zonas demasiado lejanas.

Para moverte por la isla no es fácil andando, y es algo incómoda hacerlo de manera independiente , asique puedes elegir: taxis que pululan contínuamente por las carreteras, y que no bajan de 150 o 200 por viaje, o alquila una moto por 200 bath/dia la mayoría (te la dan con un litro de gasolina, luego a cada paso venden botellas de un litro a 40 baths), te piden el pasaporte como fianza.

Los paseos en elefante, van desde los 500 a los 1000 o 2000 baths si eliges solo paseo, paseo + baño, o + trekking… te recogen y te dejan en el hotel, es una excursión tipycal tourist , pero a veces es lo que toca.

Bucear, oscila entre 2500, 3000 y 4000 baths, eligiendo 2, 3 buceos en un día o bonos de mas días; incluye traslado, comida y  bebida, no dan opción de coger solo una inmersión… Hay multitud de centros por toda la isla.

Si necesitas algún detalle más escríbenos, y si lo sabemos, te responderemos desde nuestra pequeña y humilde experiencia.